¿Relaciones de pareja tóxicas? Todo es cuestión de apego

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apego en relaciones de pareja

En la sociedad actual, un gran número de personas acuden a consulta explicando que no encajan con su pareja, que no son compatibles y que, cada vez, surgen más problemas y diferencias entre ellos. Sienten que sus parejas no desean el mismo grado de intimidad, incluso evitan la cercanía, y tienen una lista interminable de excusas para no llevar a cabo los planes que se proponen juntos. En ocasiones, sienten que se han convertido en su enemigo debido a  las numerosas disputas que mantienen sin un motivo aparente. Estas personas acaban por creer que dependen demasiado de sus parejas y, por tanto, que tienen un problema. Contribuye a aumentar este malestar una sociedad tan individualista como la de hoy en día, en la que se pretende el bienestar y la felicidad propias a toda costa.

Muchos individuos, tras separarse de su compañero sentimental, se han autoconvencido de que su felicidad solo puede depender de ellos mismos y de nadie más. Si por el contrario su pareja influye en su bienestar deben distanciarse emocionalmente de ella. De hecho, se escuchan frases como: “Mis amigas me han dicho que dependo demasiado de él”, “Todos los hombres necesitan más espacio porque se agobian” o “Mi objetivo de la terapia es no depender tanto de mi pareja”. No obstante, varias investigaciones del Dr. Amir Levine demuestran que, cuando te vinculas emocionalmente a una persona, dejáis de ser dos entidades separadas para formar una unidad psicológica. Paralelamente, el Dr. James Coan llegó a la conclusión de que en una pareja íntima ambos miembros regulan el bienestar emocional y psicológico del otro; por tanto, el estado emocional del otro influye en el mío. Ya lo afirmaba Spinoza en el siglo XVII: “Toda felicidad o infelicidad depende únicamente de la calidad del objeto al que nos unen los vínculos amorosos”.

Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza; es decir, estamos destinados a vivir en sociedad y necesitamos del contacto de los demás para nuestra propia supervivencia. Hay una serie de necesidades relacionales que no podemos satisfacer por nosotros mismos, por lo que necesitamos establecer vínculos con los demás porque nuestra salud también depende de nuestras relaciones, afirma la psicóloga clínica Arrate Garitaonandía. En esta línea cabe destacar, por tanto, que parece que estamos genéticamente determinados para encontrar una pareja en la que poder confiar, sentir seguridad y con la que poder explorar el mundo, pues como destaca Lucía Pérez, todos los seres humanos compartimos la necesidad y el deseo de ser amados profunda e incondicionalmente.

Tras comprender que el problema no deriva de la persona que desea mayor aproximación, pero tampoco de la persona que demanda más distancia —ya que es lógico que un sujeto necesite su espacio— te preguntarás, entonces, dónde radica la cuestión. La dificultad se encuentra en los distintos tipos de apego de ambos miembros de la pareja.

El apego son los lazos emocionales que establecemos con las personas más significativas de nuestro entorno, aquellos con los que compartimos sentimientos de pertenencia y seguridad, destaca Mariola Bonillo. Además, afirma que el modo en el que estos lazos afectivos se desarrollan va a ser fundamental para nuestro crecimiento y la creación de nuestra personalidad; si estos vínculos afectivos son adecuados, se generará seguridad y pertenencia y, por tanto, el sujeto será una persona más independiente, autosuficiente y con mayores recursos personales para afrontar las dificultades de la vida. En cambio, si desde pequeños se instalan en un apego inseguro con las personas referentes el sujeto, en un futuro, tendrá una mayor dificultad para establecer relaciones con los demás, ya que estará acechado por el miedo al rechazo o al compromiso, dependiendo el tipo de apego
inseguro que se dé.

Los estilos de apego adulto más frecuentes son los siguientes: apego seguro, ansioso, evitativo y una mezcla de los dos anteriores.

Las personas con un estilo ansioso son aquellas que padecen un fuerte miedo al rechazo, ya que ellas son bastante comprometidas e idealizan la vida en pareja. Por tanto, se preocupan en exceso por la disponibilidad y atención del otro y están muy atentas a los cambios de comportamiento de este porque pueden suponer una amenaza para la relación.

Las personas con estilo evitativo valoran demasiado su propia independencia y tienen miedo a establecer vínculos muy estrechos que requieran de gran intimidad porque consideran una debilidad depender de sus parejas. Por tanto, recurren a la distancia emocional mediante comentarios ofensivos hacia sus parejas, poniendo en duda la continuidad de la relación, apareciendo conductas de escape y huida, seducción a terceras personas, etc.

Finalmente, las personas de apego seguro son aquellas que no temen el compromiso ni la intimidad y buscan una relación estrecha con sus parejas, ya que se responsabilizan de su felicidad. Sin embargo, no consideran los aspectos negativos de la pareja como amenazas o peligros para la relación.

Como hemos afirmado anteriormente, el apego se forma en la infancia y determina nuestra personalidad y comportamiento en la adultez. No obstante, en contra de las creencias generalizadas que existen, el Dr. Levine asegura que es posible restaurar el apego, ya que, aunque este determine nuestra conducta y tienda a permanecer estable en el tiempo, posee la característica de la plasticidad.

Volviendo al ejemplo inicial, la mayoría de las veces que una persona acude a consulta preocupada por su relación de pareja, suele ser un sujeto con un perfil ansioso que, frecuentemente, mantiene relaciones con individuos de un estilo contrario, es decir, con un estilo evitativo. Mientras que las personas con un estilo ansioso reaccionan a las amenazas buscando una mayor proximidad, las de estilo evitativo las afrontan mediante el distanciamiento, tanto físico como emocional, así como con comentarios ofensivos y humillantes. Por tanto, como asegura el Dr. Levine, cuanto más se esfuerza el ansioso por acercarse, más se distancia el evasivo.

Esta dinámica es la que crea una gran preocupación en el ansioso que es el que, finalmente, suele acabar cediendo ante los comportamientos del evitativo por miedo a perder a su figura de apego, soportando así cualquier actitud o comentario denigrante. Al parecer, es muy frecuente la combinación de miembros de estos estilos (ansioso-evitativo), ya que ambos reafirman las ideas que tiene el otro sobre sí mismo y sobre las relaciones. Es decir, según explican Pietromonaco y Carnelley, el ansioso(si se junta con un individuo evitativo) confirma la creencia de que desea más proximidad que su pareja y la certeza de que las personas que le importan acabarán abandonándole, mientras que el evitativo (si se junta con el ansioso) creerá que él es un ser independiente y que su pareja pretende quitarle esa independencia.

Por tanto, para poner a salvo nuestra propia felicidad y seguridad en la pareja, es importante conocer cómo funciona la ciencia del apego, así como los estilos de apego que tiene cada miembro, al igual que hacer uso de una buena comunicación asertiva en la que se clarifiquen las expectativas que cada uno tiene de la relación. Esto será la base para mantener un vínculo con respeto, admiración y confianza como valores principales.

Bibliografía

Garitaonandia. A., (11 de septiembre de 2016). Arrate Psicoterapia. URL: http://arratepsicoterapia.com/necesidades-relacionales-dependencia-o-autonomia

Pardo. E. Apegos Posibles. URL: https://apegosposibles.com/aprende/apego-ansioso-ambivalente-adultos

Bonillo, M., (19 de septiembre de 2018). Área Humana. URL: https://www.areahumana.es/apego/

Pérez. L., (12 de junio de 2020). Cuéntaselo a Lucía. URL: https://cuentaseloalucia.com/blogs/gestion-emocional

Levine. A, Heller. R., (2010), The New Science of Adult Attachment and How It Can Help You Find-and-Keep-Love, New York, USA, Penguin.

Artículo escrito por Beatriz Arnedo

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

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