Centro de psicología en Madrid

Ha pasado ya tiempo desde aquel mes de mayo en el que cogí el teléfono, desesperado, en busca de la llave que perdí, intentando encontrar a alguien que me sacara del agujero en el que me encontraba. Aunque las lágrimas seguían brotando de mis ojos, poco a poco me fui trasformando. Fueron pasando los días, las semanas...con esfuerzo pero con ilusión, abriéndome poco a poco a alguien demasiado conocido, yo mismo. Hoy soy una persona más tranquila, más serena, más generosa, más atenta y cariñosa… en resumen, mi vida es indiscutiblemente mejor

Ya ha pasado suficiente tiempo para reflexionar sobre la terapia. Los resultados han sido positivos en muchos aspectos. Cuando llegué, mis problemas se superponían y retroalimentaban lo unos a los otros, formando una gran maraña. Problemas sentimentales fruto de una ruptura y el comienzo de otra relación; problemas de inadaptación en el ámbito laboral con bajas por problemas de ansiedad; problemas de adicción a diferentes drogas; relaciones tóxicas y desestabilizadoras, períodos depresivos…En resumen, lo suficiente para requerir ayuda profesional. La terapia me ha ayudado muchísimo a desenmarañar esta maraña, ahora comprendo mejor lo que me ha pasado durante tanto tiempo. He logrado cierta aceptación y he aprendido estrategias útiles que me permiten mantener el equilibrio y no verme superado por los acontecimientos

Venía de una visión muy cruda y caótica del mundo. Me sentía perdida, hundida, que no valía nada, sin ganas de luchar y con una idea muy oscura de mi futuro. Asustada por lo que tendría que venir, atormentada por la culpa y asustada por poder perder a más gente. Ahora me siento contenta y tranquila, con esperanza en el futuro. Me siento más fuerte y segura de mí misma y de los demás. Tengo más paz

Confieso que mi hora de terapia es algo con lo que me gusta contar. Me sirve para abrirme y sacar todo aquello que ha estado escondido durante tanto tiempo, me sirve sentir que voy acompañado

En cuanto mi estado actual, que decir, que me siento mucho mejor conmigo mismo y con mi entorno. Cada vez me siento más cómodo eligiendo lo que quiero hacer sin pensar en lo que quieren los demás. Al principio me sentía egoísta, pero ahora me siento más libre