
Terapia psicológica
Según los Indicadores Clave del Sistema Nacional de Salud (INCLASNS), en la Comunidad de Madrid un 10,71% de mujeres adultas y un 5,42% de hombres adultos han declarado en las encuestas haber «padecido en los últimos 12 meses» un trastorno mental y «le ha dicho un médico que lo padece».
Los problemas de salud mental provocan alteraciones en los pensamientos, sentimientos, actitudes y comportamientos de las personas y a través de la terapia psicológica, los psicólogos ayudamos a las personas, de todas las edades, a restablecer su bienestar.
Actualmente, en nuestro centro de psicología en Madrid contamos con dos modalidades de terapia:
Terapia psicológica presencial, pudiendo alternarse, si lo deseas, con la terapia online.
Terapia psicológica online una buena alternativa para personas que no viven en Madrid o que viajan frecuentemente.
¿Qué es la terapia psicológica?
La terapia psicológica se basa en una relación de mutua confianza y confidencialidad entre el psicólogo y la persona que demanda ayuda.
El objetivo de la terapia psicológica es que la persona aprenda a manejar sus dificultades y mejorar su bienestar psicológico.
¿Cuándo acudir al psicólogo?
Los dos indicadores generales que nos avisan que debemos acudir al psicólogo por la posible existencia de algún problema son:
El malestar emocional y/o físico intenso y duradero.
Las dificultades de adaptación a nuestra vida cotidiana.
Fases de una terapia psicológica
¿Cómo es la terapia psicológica?
En primer lugar cuando vas a visitar a un psicólogo, es importante que sepas:
Qué servicio te puede ofrecer
Si este profesional puede ayudarte
O sí requerirás de los servicios de otros profesionales
Por lo tanto, en la primera sesión o primeras sesiones es donde vamos clarificando esto.
Descripción del proceso terapéutico
Durante la primera sesión, se realiza una exploración del problema, así como de la circunstancia general del paciente. Además se llegan a acuerdos sobre objetivos terapéuticos, expectativas, periodicidad de las sesiones, etc.
Así es como entramos en lo que los psicólogos llamamos “fase de valoración”.
En esta fase, además de la llamada “entrevista clínica”, a veces los psicólogos también consideramos necesario aplicar test psicológicos y auto-registros. Así podemos completar el análisis del problema y los factores que influyen en su origen y mantenimiento. De esta manera, tanto el psicólogo como el paciente, podemos conocer el funcionamiento del problema.
Por otra parte, los psicólogos entendemos que la fase de valoración también debe ir siempre acompañada de ciertas recomendaciones terapéuticas. De tal manera que estas recomendaciones ayuden a la persona a sobrellevar el problema.
De esta forma, vamos iniciando lo que llamamos “fase de intervención”.
Durante la fase de intervención los psicólogos utilizamos las técnicas psicológicas que consideramos más adecuadas para el paciente. Siempre desde la escucha activa, para ir favoreciendo el cambio en la vida cotidiana.
Normalmente se asignan tareas o recomendaciones para seguir trabajando entre sesiones e ir entrenando una nueva manera de afrontar el problema.
La «fase de supervisión o refuerzo» se inicia cuando la persona va encontrándose mejor y ha aprendido estrategias. Este momento siempre se tiene que acordar entre el paciente y el psicólogo. En esta fase las sesiones se van espaciando en el tiempo de manera que éstas sirvan como supervisión o refuerzo, hasta que ambos consideran que la terapia ha finalizado.

¿Cuánto tiempo dura una terapia psicológica?
Al principio las sesiones de terapia psicológica suelen ser semanales y de aproximadamente una hora de duración (aunque esto puede variar en base a múltiples factores). Posteriormente, las sesiones se van distanciando en el tiempo, cada 15 días, una vez al mes, etc.
Por otra parte, no es posible predecir a priori la duración de la terapia, pues esta depende de diversos aspectos:
Las características de cada caso.
El grado de implicación del paciente.
La asistencia continuada a las sesiones, etc.
¿Los psicólogos ayudan realmente?
El éxito de una intervención psicológica depende de muchas variables. En primer lugar, el psicólogo debe valorarte y decidir:
Si comenzar la intervención
Si tiene que derivarte a otro profesional socio sanitario.
O derivarte a otro psicólogo.
Obviamente, esta decisión dependerá de la problemática de la persona.
Por otra parte la psicología es una ciencia muy nueva, por lo que estamos en constante reciclaje. No obstante, hay numerosos estudios científicos que han demostrado que existen “técnicas psicológicas eficaces” para cada problema. También hay evidencias que la alianza terapéutica, en conjunto con la intervención, es un buen factor predictor de éxito terapéutico.
¿Cómo sé si la terapia está funcionando?
Al acudir al psicólogo, se deben tener cuenta varias cosas:
Que la psicoterapia es una terapia activa, es decir, los resultados dependen de la disposición, motivación, conciencia de problema y conducta del paciente.
También que los cambios se van produciendo poco a poco, y éstos cambios son los que verdaderamente perduran en el tiempo.
Además es posible que en la terapia se experimenten emociones a veces desagradables. Pero la finalidad es conocer y solucionar el problema que trae al paciente a consulta. Por lo general, en la siguiente fase lo habitual es comenzar a sentir alivio y esperanza.
Y finalmente, que es el paciente, por supuesto teniendo en cuenta el criterio del psicólogo, el que ha de valorar su bienestar y progreso, así como sus necesidades.
¿Cuáles son los modelos terapéuticos más frecuentes?
El modelo conductista se centra en las conductas observables con el objetivo de modificarlas.
El modelo cognitivo pone el énfasis en las ideas, creencias y formas de pensar que influyen en las conductas. Por lo tanto pretende la modificación de estos aspectos.
Una combinación de los enfoques anteriores es el modelo cognitivo-conductual.
El modelo humanista se centra en orientar y ayudar a las personas para emprender su propio proceso de cambio.
El modelo sistémico considera que el comportamiento humano se enmarca en un contexto más amplio de interacción social. Este modelo pone especial énfasis en la interrelación de la persona con su entorno.
Y el modelo dinámico se basa en el análisis de los aspectos inconscientes.