Grupo de ayuda mutua para supervivientes
Los grupos de supervivientes no son grupos de terapia, sino de ayuda mutua. Si bien se contará con la colaboración de los profesionales Pedro Martín-Barrajón y Rebeca Alcocer Velarde (Especialistas y Máster Universitario acreditados en Conductas Suicidas), quien conforma el grupo, y quien decide sobre él, será un propio superviviente: José Carlos Soto Madrigal, quien contribuirá a identificar sus normas, y el funcionamiento son sus miembros.
Los grupos de ayuda mutua se conforman por personas que están en una situación semejante, que quieren ayudar y ser ayudadas por otras personas en su misma situación. En este caso, personas que han padecido el suicidio de un familiar o allegado. No hablaremos por tanto, de “un grupo dentro de otro”, ni estará vinculado a ningún tipo de organización, afiliación, o ideología política ni religiosa, sino de grupos de supervivientes al suicidio en un centro sanitario.
El grupo nace por iniciativa de las sinergias entre un superviviente: Carlos Soto, y una sociedad formada por profesionales formados específicamente en el ámbito de la psicología de emergencias y la prevención del suicidio, que, de hecho apoyan y co-dirigen el grupo. Es importante que el grupo se conforme como entidad propia desde el principio, desligándose de interferencias que puedan entorpecer su correcto desarrollo, y cuyo propósito NO se “pervierta” con fines de investigación o académicos.

código de ética
Normas de funcionamiento del grupo de ayuda mutua
Las normas de funcionamiento nos ayudan a crear un espacio de respeto y confianza donde cada miembro puede encontrar el apoyo que necesita. Muy a menudo las personas hemos tenido la experiencia de ser heridos en momentos donde hemos mostrado nuestros sentimientos: la gente opina, nos da consejos o intenta paliar nuestro dolor minimizándolo. Esto nos hace sentir inadecuados, y nos empuja a esconder nuestro dolor. El compromiso de todos en respetar las normas va a garantizar que el espacio del grupo sea un lugar dónde nos sintamos emocionalmente a salvo.
1 Confidencialidad
(Es fundamental) la historia de cada persona es sagrada y sólo la puede compartir la propia persona.
Todo lo que se comparte en el grupo se queda allá.
2 No es obligatorio hablar
Esto relaja a la gente, algunos miembros preguntan si tendrán que contar cómo murió su ser querido. Nadie le va a preguntar nada, y puede hablar de lo que ellas quieran.
3 Tienes permiso para expresar lo que sientes
Se puede expresar cualquier emoción, y nadie va a “rescatarte”. No se puede ir al rescate de las personas, respiramos y escuchamos, no interrumpimos, no intentamos salvar a nadie, si alguien está enfadado, déjale descargar su enfado, escucha esa tormenta durante esos 3-4 minutos, la experiencia fuera del grupo de ayuda mutua es que la gente (aunque sea con buena intención), te interrumpe y no permite que te desahogues si estás muy enfadado.
4 Haz un compromiso de 4 sesiones
Es frecuente que algunas personas, en la primera sesión piensen: “para que vengo aquí, si con lo mío ya tengo demasiado, encima tengo que escuchar las desgracias de los demás”. Te pedimos por favor que esperes 4 sesiones antes de tomar la decisión de abandonar el grupo.
5 No damos consejos
Reprimimos el impulso de aconsejar.
No estemos aquí para aconsejar a nadie. Estamos aquí para compartir nuestra experiencia de lo que hemos vivido y como nos sentimos.
6 Respetar los silencios: no interrupciones
En la vida cotidiana, la gente interrumpe o no respeta el silencio. En grupo de apoyo nunca, nunca se interrumpe. Al principio cuesta un poquito, pero luego se interioriza y no se interrumpe.
7 Las pérdidas no se comparan
Mi dolor es muy importante, y el de los demás también. Escuchar el dolor de los demás nos ayuda, pero no nos ayuda el compararnos. El duelo es una experiencia única y cada persona lo vive de una manera distinta.
8 No rescatadores
Cuando una persona muestra sus sentimientos de dolor en público, en seguida hay alguien que quiere ofrecer alivio con unas palabras de confort o mediante contacto físico.
Los rescatadores desean ayudar al otro haciendo que la expresión de dolor pare. Lo hace desde la buena intención pero eso no es una buena ayuda, en realidad lo que el rescatador desea es aliviar su propia incomodidad frente al dolor del otro.
9 Habla de ti mismo
Se habla en primera persona, de mi propia experiencia: a mi me ha pasado, lo que yo he vivido.
Cuando las personas hablan desde sus conclusiones, reflexiones abstractas y generales sobre el duelo…, el grupo decae, la gente se aburre si se habla en tercera persona o de teoría de duelo.
10 Disponibilidad y responsabilidad
Se reparte el tiempo equitativamente, entre 7-12 minutos cada uno. El facilitador debe ser garante del uso equitativo del tiempo entre todos y cada uno de los miembros del grupo y avisará un minuto antes. “Carolina, te queda un minuto para ir cerrando” INCLUSO SI ESTÁ LLORANDO.
11 Cierre
Dar dos minutos antes de empezar. Nunca discutir sobre el contenido. Compartir como estoy y cómo me ha ido la experiencia. NO hacer preguntas ni comentarios sobre lo que los demás han compartido. Agradecer lo que hemos recibido de los demás. Si algo no va bien y tengo dificultades en el grupo, lo comparto dentro del grupo o bien con el facilitador. Si deseo dejar el grupo aviso con antelación y preparamos mi despedida.
Las personas facilitadoras del grupo (Carlos y Pedro)
Identificar a la persona que modere y dirija el grupo es fundamental para su correcto planteamiento y desarrollo. Este puede ser un superviviente, un profesional de conducción del grupo, o incluso ambas cosas. También puede ser llevado por dos personas, aunque sea una de ellas la que haga más el papel de moderación del grupo. Lo importante es que tengan capacidad y experiencia suficiente para llevar el grupo, donde la experiencia personal, lejos de contaminar el grupo, lo enriquezca.
No es recomendable que la persona facilitadora del grupo esté en proceso de duelo reciente, sino que su experiencia de elaboración avanzada pueda servir para ayudar a otros miembros del grupo. El liderazgo de un grupo de este tipo requiere mucha energía y atención que sólo puede ofrecerse si se dispone de ella.
También es necesario disponer de tiempo para poder mantener el grupo a medio-largo plazo o, al menos, hasta que otro miembro pueda asumir el rol de facilitador. No son recomendables por tanto, experiencias puntuales, bien intencionadas pero con pocos visos de continuidad futura. En resumen, se requiere cierta capacitación, experiencia, energía y tiempo.
Tipos de grupos de ayuda mutua
Básicamente existen dos tipos: abierto y cerrado.
El grupo ABIERTO: se caracteriza por no poseer límite temporal, estar siempre abierto a incorporaciones de nuevos miembros, haber más libertad de asistencia (y ausencia), y estar concebido como un grupo de apoyo que siempre está ahí para cuando se le pueda necesitar.
El grupo CERRADO: tiene un número de sesiones determinado y un plazo temporal limitado, los miembros siempre son los mismos desde el inicio (como mucho, a partir de la segunda reunión). Como todo, existen una serie de ventajas y desventajas.
Tipo de reuniones
FORMALES siguen una estructura predefinida, donde se saben de antemano sus contenidos, formato y tiempos. Un ejemplo puede ser:
- Bienvenida y presentaciones.
- Lectura del código de ética del grupo.
- Intercambio de experiencias.
- Formación teórica y práctica sobre algún tema determinado de antemano.
- Resumen de la sesión y planteamiento de la siguiente.
Asociación P81 Social
Requisitos para formar parte del grupo de ayuda mutua
Precios:
- Evaluación Inicial Individual: 30€ (una sola sesión).
- Cuota Mensual: 45€/mes. (dos sesiones grupales al mes de 2- 2,5h de duración).
La mensualidad incluye:
- Inclusión en grupo de whatsapp GAM de todos los miembros para el intercambio de materiales de consulta y bibliografía de interés.
- Envío periódico de materiales de consulta y autoayuda a través del correo electrónico.
- Contacto directo con los facilitadores (Carlos Soto y Pedro Martín-Barrajón).
Fomulario de contacto
Os invitamos a que contactéis y podáis aclarar cualquier duda. Seréis muy bienvenidos, y acogidos con todo el respeto y compromiso que merecéis por nuestra parte.