El Trastorno de Aprendizaje No Verbal

//El Trastorno de Aprendizaje No Verbal
Trastorno de Aprendizaje No Verbal

El trastorno de aprendizaje no verbal (TANV) es un trastorno de base neurobiológica, no incluido en el DSM V, que afecta principalmente a las funciones dependientes del hemisferio derecho, en sujetos con una inteligencia general y habilidades lingüísticas óptimas.

En el TANV deben coexistir necesidades de apoyo en los siguientes ejes:

  • Motor
  • Visoespacial
  • Social

Las principales dificultades neurocognitivas aparecen en:

  • La atención y percepción táctil y visual. Este déficit puede llevar a la conclusión errónea de TDAH.
  • La coordinación psicomotriz. Actividades como ponerse la chaqueta, saltar, lanzar una pelota, pedalear, recortar y escribir son todo un desafío para ellos.
  • La adaptabilidad. Encuentran desahogo y seguridad en la rutina, generándoles los cambios gran ansiedad.
  • La orientación espacial y temporal. Pueden extraviarse o desorientarse con facilidad en los espacios no familiares e incluso familiares, como el camino al parque.
  • La flexibilidad mental. Ellos piensan y asimilan de manera concreta y así resuelven la información, en términos lógicos.
  • La función ejecutiva y organización. Presentan dilemas para priorizar y constituir tanto sus pensamientos como su trabajo.

Perfil de puntos fuertes y débiles:

Desde el área motora estos niños durante los primeros años de vida son descritos como niños muy buenos y demasiado tranquilos. En cuanto a la exploración de los objetos, contrastando con una indagación usualmente manipulativa, se produce una aproximación verbal en forma de preguntas. Limitando así un periodo sensorio-motor indispensable para una óptima evolución, la adquisición de esquemas de su mundo físico, habilidades de exploración y solución de problemas.

Suelen presentar retraso en la adquisición de la marcha autónoma. Una vez alcanzada, la frecuencia de caídas y golpes es mucho más alta debido al empeoramiento en el control motor y en la percepción del espacio.

Según va creciendo continúa la torpeza motora global, presentando dificultades en las praxias globales, situación que se refleja en los parques con los columpios, la pelota, etc. Más adelante las dificultades aparecen en las praxias finas como atarse los cordones, abotonarse o incluso en las tareas escolares.

Si únicamente aparecen estas dificultades motoras podríamos encontrarnos ante un Trastorno del Desarrollo de la Coordinación o Dispraxia.

En el área viso-espacial aparecen dificultades en la percepción de las distancias aumentando el riesgo de golpes, caídas y accidentes. Demandan mayores necesidades de apoyo en actividades donde tienen que resolver puzles, rompecabezas y hacer construcciones.

Les cuenta mucho orientarse en los desplazamientos, por lo que utilizan claves verbales, ya que las claves visuales y posicionales no son una técnica efectiva para ellos. Debido a las limitaciones en la percepción espacial fallan en la organización en fichas y cuadernos y en la copia de dibujos.

Hay que tener en cuenta que en pruebas donde se evalúan aspectos básicos de la percepción visual, como la discriminación figura-fondo, pueden presentar un rendimiento normal. La dificultad aparece cuando introducimos un componente espacial. Esto es debido a que la percepción visual y la percepción espacial se pueden disociar, apareciendo en el cerebro vías neurales distintas.

Indistintamente presentan dificultades en la percepción temporal y en los niveles más elevados de la organización espacial, como puede ser en la capacidad de generar imágenes mentales y la memoria operativa viso-espacial; es decir, la capacidad de transformar las imágenes.

En cuanto al área social, en lo que respecta a la comprensión, buena parte de la información emocional se trasmite de manera no verbal, de ahí que en estos niños se produzcan interpretaciones erróneas, ingenuas, literales o fuera de lugar ante situaciones sociales; siendo mucho peor en contextos más desestructurados como una situación de patio o de ocio. A nivel expresivo es frecuente la aparición de comentarios fuera de lugar, siendo la expresión gestual y facial limitada.

Megan Livingston destaca el sesgo de atribución de hostilidad: la tendencia a interpretar el acercamiento de los demás de una manera agresiva, de una manera errónea.

Conjuntamente aparecen dificultades en las funciones ejecutivas, concretamente en la capacidad de organización que está influida por la orientación espacial y la planificación a partir de la secuenciación temporal, y necesidades de apoyo en la memoria episódica (autobiográfica) y en la memoria visual.

En el lenguaje aparecen desajustes en la pragmática y en el contenido. En lo que respecta a la comprensión presentan dificultades en captar la idea principal al igual que aparecen dificultades para ir al grano, dando detalles y más detalles.

A la hora de diagnosticarlo, el nivel cognitivo es una pista ya que es una medida cuantitativa fiable: en su perfil presentan una marcada diferencia entre el CI verbal y el CI manipulativo.

No se ha demostrado que haya anosognosia pero sí que surgen ciertas dudas al pedirles que describan sus dificultades, pareciéndose a los adultos con lesión documentada en el hemisferio derecho.

Para concluir, es importante resaltar que a la hora de trabajar con ellos, además de centrarse en las dificultades motoras y viso-perceptivas es imprescindible no olvidar la importancia de cubrir sus habilidades sociales, tanto a nivel individual como de grupo.

Comorbilidad

En cuanto al diagnóstico diferencial, resulta difícil establecer diferencias con el TDAH ya que comparten muchas características comunes. En los primeros años son frecuentes los problemas de conducta que pueden derivar en un trastorno de TDAH. En la primaria y más claro a partir de los 12 o 14 años, son habituales los trastornos emocionales de tipo internalizante (ansiedad, depresión, somatización, fobias sociales, etc.). Es importante resaltar el riesgo de acoso en el que se encuentran estos niños, al ser tan vulnerables e ingenuos.

De la misma manera, hay que tener en cuenta la comorbilidad con otros trastornos como el TEA de alto rendimiento (antes Síndrome de Asperger).

Artículo escrito por Silvia Álvarez

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

1 Comentario

  • Muchas gracias, sigo entendiendo me en como mi cerebro procesa las cosas
    Hasta hace poco me diagnosticaron este trastorno y otras cosas inmunes, tengo apenas 22años y estoy por terminar una ingeniería, gracias por su artículo.

    Mónica Romo 03.07.2023

Puedes dejar un comentario

La dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está aceptando su uso Ver Política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies