Síndrome de Ulises: ¿Me pasa a mi?

//Síndrome de Ulises: ¿Me pasa a mi?
Síndrome de Ulises

Introducción

España, como muchos otros destinos, es un país que recibe miles de inmigrantes anualmente, provenientes de diversos países como Marruecos, Venezuela, Honduras, Ecuador, Perú, China, Italia entre muchos otros; esta circunstancia ha convertido sobre todo la capital en una ciudad multicultural, llena de oportunidades, diversidad y en constante crecimiento.

Sin embargo, el emigrar de un país trae consigo consecuencias a considerar, que podrían ser positivas o negativas dependiendo de cómo se afronten las diversas situaciones; si bien es cierto, se conoce que el emigrar implica esfuerzo, cambios, retos y posiblemente obstáculos, los cuales colaboran con el estrés crónico del inmigrante, también conocido como Síndrome de Ulises.

Entre los síntomas que comúnmente se ven reflejados en esta población podemos mencionar: síntomas depresivos, ansiedad, somatizaciones, estados de confusión y problemas de salud, sin dejar de lado el normal e inevitable duelo migratorio

Desarrollo

El síndrome de Ulises es un cuadro reactivo de estrés ante situaciones de duelo migratorio extremo, que no pueden ser afrontadas y elaboradas. Este término contribuye a evitar que los emigrantes sean víctimas de la desvalorización de sus padecimientos, y de diagnósticos incorrectos, por el simple hecho de no tener en cuenta un concepto claro para esta problemática.

Joseba Achotegui, psiquiatra Español y profesor de la Universidad de Barcelona, precisa la existencia de cuatro elementos desencadenantes de este síndrome:

  • La soledad, provocada por la separación forzada de la familia y los seres queridos
  • El duelo por el fracaso del proyecto migratorio
  • La lucha por la supervivencia, dividida en la alimentación y la vivienda
  • El miedo a los peligros físicos relacionados con el viaje

Asimismo, Achotegui plantea la sintomatología de este síndrome:

  • Tristeza, llanto, baja autoestima, culpa, perdida de interés e ideas de muerte
  • Nerviosismo, tensión y preocupación excesiva
  • Cefaleas y fatiga
  • Alteración en la memoria, en la atención y estados de confusión

Entendiendo ahora un poco la teoría, vámonos a la práctica: creo que tengo estos síntomas y ahora ¿qué hago?

Lo primero es empezar a detectar que síntomas estamos padeciendo y con qué intensidad nos están afectando en el desarrollo de nuestras actividades, ya que sentir nostalgia, nervios o tensión es algo normal cuando se pasa por este proceso, lo importante es tener conciencia sobre que tan bien puedes manejarlo y no perder el Norte.

Sin embargo, todos tenemos momentos en los que  nos sentimos desbordados por la presión de un cambio de tal magnitud y atendernos a nosotros mismos a tiempo es fundamental para conseguir el éxito. No descuidar nuestras emociones y buscar apoyo psicológico cuando se necesita nos ayudará a sobrellevar los obstáculos del camino y seguir para adelante.

Conclusión

Una vez iniciado el proceso de inmigración, incluso antes de salir del país de origen, hay miles de interrogantes e incertidumbres que atacan. En lo personal podría decir que se empiezan a tener síntomas que hasta por el mismo estrés de la migración empezamos a normalizar y poco a poco, sin darnos cuenta, van interfiriendo en nuestro estado de ánimo, nuestro desempeño e inclusive nuestra salud.

Sin caer en un positivismo excesivo o fantasioso,  puedo afirmar desde la experiencia que la forma en la que veamos las diversas situaciones es crucial para afrontarlas: tratar siempre en la medida de lo posible ver el vaso medio lleno y no medio vacío, agradecer por lo que se tiene sin tanto pensar en lo que se tuvo y fijar la mente hacia objetivos a corto y largo plazo. ¡Es momento para darte la oportunidad de palpar tus sueños!

Si bien sabemos, integrarnos a una sociedad requiere cambios en cuanto a normas, tradiciones, lengua y cultura,  por lo que es necesario empezar a vivir este nuevo estilo de vida y a conocer más a fondo la sociedad en la cual nos estamos incorporando. Empezar a compartir y disfrutar de la diversidad y no verla como un despojo de tu esencia cultural sino como un agregado más a la experiencia de la vida.

Emigrar es un proceso complicado e individual de cada persona; sin embargo, en todos los casos independientemente de las circunstancias  el contacto frecuente con la familia, amigos y seres queridos siempre será un apoyo fundamental, así como también darnos tiempo a nosotros mismos para adaptarnos y en caso tal, de sentir que nos desbordan las emociones y necesitamos mayores herramientas para recorrer el camino, siempre estaremos nosotros los psicólogos para acompañarte de la mano.

¡No tengas miedo, la vida es ahora!

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Achotegui, J. (2006). Estrés límite y salud mental: El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (Síndrome de Ulises). Revista del Instituto Universitario de estudios sobre migraciones. (19), 59-85. Recuperado de: https://revistas.comillas.edu/index.php/revistamigraciones/article/view/3083/2847

Achotegui, J. (2003). La depresión en los inmigrantes extracomunitarios: características del síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (síndrome de Ulises). Revista clínica electrónica en atención primaria, (03). Recuperado de: https://ddd.uab.cat/pub/rceap/rceap_a2004m2n3/rceap_a2004m2n3a10.pdf

Artículo escrito por Daniela Rivas

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

4 Comentarios

  • Me gustaria leer el testimonio de una persona que padece/padeció este sindrome.
    ¿Cómo puede recuperarse?

    Silvia Gomez 14.06.2020
    • Hola silvia, es fundamental para sobreponerse a este cuadro contar con una red de apoyo, grupos de personas que estén en la misma situación donde puedan compartir sus experiencias para darnos cuenta que no estamos solos y no somos los únicos que pasamos por esto. Asimismo, mantener siempre el contacto con nuestros seres queridos y Tratar siempre de reforzar esos vínculos afectivos que nos nutren de emociones positivas. También trabajar nuestras herramientas de afrontamiento, las cuales nos permiten sobreponernos de la mejor manera ante los retos que se nos van presentando, en lo particular recomiendo asistir a terapia, ya que el acompañamiento psicológico en situaciones complicadas nos permite Aliviar ese desborde emocional que muchas veces nos cuesta gestionar cuando nos vemos agobiados por alguna situación.
      Un saludo
      Daniela Rivas

      Psicólogos Princesa 81 19.06.2020
  • Espectacular! Necesario y eficaz para todo emigrante

    Andrea Betancourt 08.03.2020
  • Excelente artículo!!

    Daniela P. 04.03.2020

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