Ha pasado ya tiempo desde aquel mes de mayo en el que cogí el teléfono, desesperado, en busca de la llave que perdí, intentando encontrar a alguien que me sacara del agujero en el que
Ya ha pasado suficiente tiempo para reflexionar sobre la terapia. Los resultados han sido positivos en muchos aspectos. Cuando llegué, mis problemas se superponían y retroalimentaban lo unos a los otros, formando una gran maraña.
Venía de una visión muy cruda y caótica del mundo. Me sentía perdida, hundida, que no valía nada, sin ganas de luchar y con una idea muy oscura de mi futuro. Asustada por lo que
Confieso que mi hora de terapia es algo con lo que me gusta contar. Me sirve para abrirme y sacar todo aquello que ha estado escondido durante tanto tiempo, me sirve sentir que voy acompañado
En cuanto mi estado actual, que decir, que me siento mucho mejor conmigo mismo y con mi entorno. Cada vez me siento más cómodo eligiendo lo que quiero hacer sin pensar en lo que quieren