Respuestas de miedo en la violación

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Respuestas de miedo en la violación

Para comenzar se va a definir brevemente qué se entiende por miedo y por violación:

El miedo es una emoción primaria y desagradable provocada por la sensación de poder sufrir posibles peligros, reales o supuestos, en el presente, en el pasado o en el futuro. Dicha emoción produce cambios fisiológicos, psicológicos y bioquímicos.

La violación es el mantenimiento de relaciones sexuales sin el consentimiento de la otra persona, o con el consentimiento obtenido mediante coacción verbal o forzada (sin importar el grado de relación que mantenga con el violador).

Es importante destacar que España actualmente se encuentra en la cola de la Unión Europea en cuanto a denuncias de violación, es decir, que la gran parte de las que se producen no se denuncian. Además, hay que tener presente que la frecuencia es de una violación cada ocho horas en nuestro país.

De esta manera, el tema a tratar es el miedo ante el peligro real que sufren las víctimas en dichas situaciones y las posibles respuestas que pueden surgir del mismo: la lucha, la no resistencia y desconexión de la realidad. En todos estos casos la víctima padece un intenso miedo a sufrir un grave daño físico o mortal, a lo que se le añaden sensaciones de desesperanza e impotencia al no poder escapar, o bien evitar, dicha situación.

Entre el tipo de respuestas encontramos la de lucha por parte de la víctima, enfrentándose a su agresor y oponiéndose al mismo. Esta es la respuesta más esperada por parte de la población cuando se escucha que se ha cometido una violación, y la que tiene más peso al existir marcas de resistencia. Dentro de la respuesta sin lucha, puede ocurrir que la víctima sienta un bloqueo involuntario de su cuerpo (conocido como inmovilidad tónica+) al sentir un miedo intenso, que puede desembocar en una sensación de debilidad, pudiendo llegar a desmayarse. Además, dentro de la falta de resistencia física podría suceder que, con el fin de evitar más sufrimiento, se quede inmóvil y a la espera de que todo termine lo antes posible.

Por último, podría también producirse la desconexión de la realidad (es decir, una disociación) de las horribles sensaciones y emociones que se producen en esta situación, dejando que la mente esté en otro lugar alejado de su ataque. En estos casos no existirían pruebas físicas que demostraran la violación, lo cual no significa que no se haya producido, sencillamente las personas estarían respondiendo al miedo de la manera más adaptativa que su cuerpo les permite.

Tras señalar las posibles respuestas que pueden desencadenarse ante esta clase de ataque, sería conveniente remarcar el sentimiento de vergüenza y culpabilidad que podría dar lugar a no denunciar; es más, en caso de producirse la denuncia serían peor vistas y menos creíbles aquellas que no se resistieron. Llegados a este punto es necesario destacar que suelen percibirse y juzgarse de manera más contundente a las mismas víctimas, pudiendo ser objeto de preguntas como: ”¿Qué llevabas puesto cuando te violaron? ¿Qué hiciste después de la violación? ¿Seguiste tu vida normal?…“ Lo que puede desembocar en un empeoramiento de su estado. Contrariamente a lo que se pensaría, las víctimas son plenamente conscientes de que esto puede ocurrir si denuncian, y ante la posibilidad de tener que soportar estas conductas por parte de aquellos que deberían protegerlas, resultan bastante obvios los motivos para no denunciar.

Por tanto, no puedo evitar preguntarme:¿Por qué se cuestiona más a las víctimas en esta clase de delitos?

Es importante tener presente, además, que si se llevara a cabo el proceso judicial, es posible que desembocara en una victimización secundaria, pues al tener que recibir una atención multidisciplinar (de policías, de jueces, de fiscales y de médicos forenses) se produciría un reforzamiento del estresor a nivel psíquico, al tener que reexperimentar el suceso traumático en el juicio.

Existe la posibilidad de que pueda producirse un Trastorno de Estrés Agudo (hasta la cuarta semana después del suceso estresante) o un Trastorno de Estrés Postraumático (de la cuarta semana en adelante), que son cuadros de ansiedad que pueden sufrir las personas ante sucesos altamente estresantes en los que se ponen en peligro la integridad física de uno mismo o de los demás. Sin embargo, a pesar de lo señalado hasta el momento, no siempre van a producirse estos trastornos o la victimización secundaria, pues se puede hacer frente a dichos ataques sin que se den las consecuencias mencionadas.

Para terminar vamos a realizar un breve resumen de lo presentado. Las respuestas de miedo ante las violaciones son diversas: de enfrentamiento al atacante, sin resistencia por inmovilización tónica o bien por evitación de un mayor daño, y de disociación. Todas son normales en aquellas personas que sufren una violación, pues en ningún momento son dueñas de sus reacciones corporales, ya que el cuerpo, ante una situación de miedo intenso, genera cambios a nivel fisiológico, psicológico y bioquímico. Es importante tener presente que las consecuencias de la violación se pueden alargar en el futuro, tanto física como sobre todo psicológicamente, aunque no siempre va a tener que ocurrir esto.

Finalmente, veo importante remarcar que a la hora de atender judicialmente a una víctima de violación, con todo lo que ello conlleva, sería deseable que dicha atención sea integra, no remarcando o culpabilizando a la persona por su aspecto ese día o las conductas realizadas antes, durante y después del suceso. Lo deseable sería hacer lo más fácil y menos traumático posible estos trámites legales, además de intentar ayudar a conseguir una rápida recuperación de la persona, para que consiga llevar una vida lo más plena posible.

A continuación dejo un enlace de como en el Código Penal se expone dicho delito:

http://carris.wanadooadsl.net/leyes/leyesaccesodirecto/cp10.htm

Artículo escrito por Azahara López

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

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