Normas de envejecimiento y algunas teorías sobre la vejez
Existen distintas formas de envejecimiento. Una de ellas es el envejecimiento patológico (que cursa con patologías que causan discapacidad), otra es el envejecimiento normal (que presenta ciertas patologías que no discapacitan), y por último está el envejecimiento con éxito (que cursa con alto funcionamiento físico, cognitivo y alta implicación social) (Rowe y Khan, 1997).
Existen distintas teorías sobre la vejez. Algunas de ellas adoptan enfoques totalmente opuestos, como podría ser el caso de algunas de las que mencionamos a continuación. Si bien la Teoría de la Desvinculación percibe la vejez como un proceso de adaptación gradual a la muerte esperada por parte del mayor (con una desvinculación tanto social como de actividades), la Teoría de la Actividad establece que para lograr una adaptación adecuada al proceso de envejecer es fundamental mantener los mismos niveles de actividad e incluso fortalecer los compromisos sociales. En cambio, teorías como la de la Selectividad Socioemocional se posicionan situando la vejez como un periodo de repliegue sobre las relaciones personales íntimas en la búsqueda del apoyo necesario y el bienestar por parte del mayor (Molina, M. A. (2021). Intervención socioemocional [Material de aula]. Evaluación e intervención psicológica en la vejez, Universidad San Rafael-Nebrija. Madrid).
Aumento de la esperanza de vida
Como bien es sabido, gracias a los avances de las últimas décadas, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente. Tanto es así que a principios del siglo XIX la esperanza media de vida estaba comprendida entre los 35 y 55 años, a principios del siglo XX entre los 50 y 65 (en los países desarrollados) y actualmente la media mundial se sitúa entre los 70 y 73 años, si bien en países como España está situada en 82,34 (Esperanza de vida, 2021).
Según la OMS, el porcentaje de habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará entre 2015 y 2050. La pauta de envejecimiento a día de hoy es mucho más rápida que en el pasado, con lo que los países se enfrentan a grandes retos para asegurar que sus sistemas sociales y sanitarios estén preparados para un cambio de tal envergadura ya que se vive más tiempo en todo el mundo (Organización Mundial de la salud, 2021).
Este aumento de la esperanza de vida ha convertido a las personas mayores, en muchos casos, en figuras cuya mayor participación o colaboración es en el apoyo a la familia. Actuando como cuidadores se generan en ellos sentimientos de utilidad, se reduce la soledad y se preserva el funcionamiento físico y cognitivo.
Orientación en la vida de las personas mayores. Valoración que perciben del entorno
Las personas mayores están más orientadas al bienestar eudaimónico (en la búsqueda por perfeccionarse y realizar su propio potencial). Este tipo de bienestar incluye las relaciones positivas con los otros, la auto-aceptación, la autonomía, el propósito en la vida, el crecimiento personal y el dominio del entorno. (Molina, M. A. (2021). Intervención socioemocional [Material de aula]. Evaluación e intervención psicológica en la vejez, Universidad San Rafael-Nebrija. Madrid).
Dado que en la etapa de la vejez la orientación de la persona está más enfocada a los valores, cabría pensar que podrían asumir ciertas funciones de liderazgo o dirección realizando tareas relevantes para la comunidad, y no tan solo a nivel familiar como ocurre en la mayoría de los casos por la desconfianza que se ha instaurado a nivel social en las personas mayores, al menos así es actualmente de forma generalizada en el mundo occidental, si bien no es ni ha sido igual para todas las épocas y culturas.
La valoración de la vejez ha sido y es muy diferente según las distintas épocas y culturas. Así, nos encontramos las gerontocracias como formas de gobierno en las que el mando o poder es ejercido por los ancianos, y por el contrario la gerontofobia que contempla a las personas mayores como improductivas, dependientes y en definitiva una carga social. Estos posicionamientos tan dispares quedan reflejados por ejemplo en el antiguo pueblo hebreo y la antigua sociedad china (que presentaban un gran respeto y admiración hacia los ancianos, viendo el envejecimiento como un honor) frente a otras como la antigua sociedad egipcia que si bien valoraba el conocimiento y experiencia de los ancianos, también intentaban evitar el envejecimiento a toda cosa usando ungüentos para conservarse jóvenes. En esta misma línea de diferenciación podríamos citar a Platón, que consideraba a los ancianos como las personas mejor preparadas para estar al mando de la sociedad, y por el contrario a Aristóteles, que hacía mención a la última etapa de la vida como un momento de gran deterioro y pérdida de facultades. No obstante, siguen existiendo pueblos y culturas en las que la vejez se enfoca como algo muy positivo, un claro ejemplo son los Abcasios (Falagán, 2018).
La llegada de la industrialización no ayudó en la visión que se tenía de las personas mayores, pues dio paso a sociedades orientadas a la producción en serie y a la búsqueda de un aumento de la productividad, pasando por tanto los ancianos a quedar desplazados y a ser minusvalorados en esta nueva forma de productividad en la que surgirían numerosas innovaciones tecnológicas y descubrimientos científicos (Falagán, 2018).
Es evidente que el envejecimiento conlleva un importante deterioro a nivel biológico y cognitivo. Este hecho provoca que la percepción de las personas mayores acerca de su vida pueda llegar a ser la de una vida con poca calidad o no digna debido a las pérdidas que comienzan a sufrir. Los principales indicadores de la calidad de vida de este sector de la población son la salud, la economía, la vida afectiva, el amor y la sexualidad, y la salud psicológica.
Es necesario un cambio del entorno hacia ellos que posibilite su empoderamiento
Actualmente en nuestro país la visión de la vejez tiene una marcada negatividad basada en ciertos prejuicios y estereotipos, lo que provoca que las personas mayores no fomenten su autonomía y capacidades e independencia, llegando a perder sus derechos y deberes en la sociedad. Es necesaria por tanto la puesta en marcha de estrategias, medidas y políticas que potencien la vida activa y saludable de este colectivo, evitando de esta forma los sentimientos de baja autoestima y autoeficacia, así como la desintegración social de estas.
Es importante que no se generalice en relación a la forma de envejecer. Además, gran parte de los prejuicios que se tienen hacia las personas mayores tienen base en el desconocimiento de las capacidades reales de esta población. Es primordial tener en cuenta la visión que tienen de sí mismas, ya que este trato que se les da en muchas ocasiones les afecta en su propia autovaloración, asumiendo todos estos estereotipos y afectando por tanto a su propia autoestima. En ocasiones se les trata como a niños, transmitiéndoles así el mensaje de que son personas dependientes y disminuyendo su nivel de autoeficacia, provocando comportamientos de evitación para no afrontar situaciones que consideran difíciles de abordar por ellos mismos, y disminuyendo por tanto su autoestima.
Las personas mayores aportan a la sociedad un gran valor desde su experiencia, además de enriquecer su entorno familiar y social. Por tanto, se considera necesario un cambio de enfoque en cuanto al papel de nuestros mayores, pasando desde la visión de personas dependientes, sin autonomía y receptoras de ayuda, a una visión de personas que se han ganado el derecho a disfrutar de aquello que les satisfaga, aportando además un gran valor a la familia y la sociedad. Cabría por tanto considerar algunos conceptos para la adopción de una visión positiva del envejecimiento como son el empoderamiento, el envejecimiento activo y el envejecimiento productivo. Gracias a ellos se puede enfocar esta etapa de la vida como unos años de oportunidades y bienestar. Adicionalmente, también la utilización de las Técnicas de la Información y la Comunicación (TIC) aportará con seguridad a los mayores una visión positiva de sí mismos (Falagán, 2018).
En cuanto a las medidas para fomentar el empoderamiento, cabe destacar “el aumento del activismo social, político y cultural, la prevención y promoción de la salud, la educación permanente, las actividades de ocio y el marco político”. Según la autora Lucía Pardo, las premisas para conseguir el empoderamiento de las personas mayores pasarán por permitirles que tomen sus propias decisiones sobre su vida teniendo en cuenta sus opiniones, así como fomentar la integración de este colectivo en la sociedad impulsando su participación e implicación en la misma (Falagán, 2018).
Desde mi punto de vista, sería muy importante cambiar nuestro lenguaje hacia las personas mayores de tal forma que en lugar de provocar un descenso de su autoestima hagamos que tras la interacción con nosotros salgan reforzados y empoderados. También pienso que deberían organizarse espacios orientados a ellos, tanto en los medios de comunicación como de ocio en general. Son pocos los programas de televisión creados y orientados al colectivo, sin embargo sí los hay para niños, adolescentes y adultos.
Deberíamos comprenderles, agradecer todo lo que han hecho y facilitar su empoderamiento todo lo que esté en nuestra mano para permitir que sus vidas en sus últimos años sean más plenas y felices.
Por último, me gustaría acabar con dos citas que pienso que pueden reflejar en qué consiste el arte de envejecer:
“Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
Ingmar Bergman
“El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza”
Referencias bibliográficas
Esperanza de vida. (1 de diciembre de 2021). En Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Esperanza_de_vida
Falagán, P. (2018). Empoderamiento en la vejez.[Trabajo Fin de Grado]. Universidad de Cantabria.
Molina, M. A. Evaluación e intervención psicológica en la vejez. En M. A. Molina (Comp.), Curso 2020/2021: Evaluación e intervención psicológica en la vejez (pp. 1-88). Universidad San Rafael-Nebrija.
Organización Mundial de la Salud (2021). Envejecimiento y salud. Recuperado el 8 de diciembre de 2021 de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ageing-and-health
Rowe, J. W. y Kahn, R. (1997). Successful Aging. The Gerontologist, 37(4). 433-440. https://doi.org/10.1093/geront/37.4.433
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