La cirugía estética en la actualidad

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cirugía estética

Según los datos anuales de la Internacional Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAP), el número de intervenciones estéticas aumenta cada año en todo el mundo, en su último informe publicado este mismo año indica que en 2016 ha sido de un 8% respecto al año anterior. En concreto, España se encuentra en la posición undécima en cuanto a procedimientos estéticos durante el 2016, lo que correspondería al 2% del total mundial; estos datos se traducen en 225.851 intervenciones quirúrgicas. En nuestro país la operación más solicitada sería el aumento de pecho seguida de la cirugía de párpados o blefaroplatia, liposucción, rinoplastia o cirugía de nariz y la abdominoplastia.

Estos datos podrían derivar de diversos factores: por un lado, a las mejoras en las técnicas quirúrgicas, mayor control sobre la anestesia y a los periodos y condiciones postoperatorios más cortos y de mejor calidad; y por supuesto, también debido al aumento de información referente a este tipo de intervenciones y su accesibilidad.

Como consecuencia al continuo aumento de las operaciones estéticas y debido a su lenta pero cada vez mayor presencia en la vida de las personas, las investigaciones y estudios sobre el tema tampoco han dejado de crecer. La mayoría de los autores concluyen que una buena parte de las personas que se someten a una intervención estética parecen estar satisfechos con los resultados obtenidos, ofreciendo datos muy positivos en mejora de calidad de vida, autoestima, satisfacción vital… Lamentablemente también nos advierten de que existen ciertos casos en los que no se han obtenido los resultados esperados. Nos ofrecen algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de replantearnos pasar por el quirófano.

¿Cuándo estaría desaconsejada una cirugía?

El primer punto en desaconsejar una cirugía sería debido a una contraindicación médica, el cual sería definitivo. Por otro lado, desde una perspectiva psicológica se deberían tener en cuenta varios aspectos antes de iniciar el proceso de la operación:

En caso de no tener unas expectativas realistas respecto a los resultados de la cirugía o no ser consciente de los riesgos de todo el proceso.

En el caso de tener incapacidad para tomar decisiones o alteración en el juicio como sería por ejemplo la presencia de trastorno Bipolar, Ansiedad, Depresión, Trastorno de Personalidad, Retraso Mental, Esquizofrenia, Trastorno Delirante…

Mención aparte merece la existencia de un Trastorno de la Percepción Corporal (Trastorno Dismórfico, Bulimia o Anorexia…) que consistiría en una preocupación excesiva por alguna característica física del propio cuerpo, esta percepción puede ser real o imaginada.

Y por último, cuando el autoconcepto y por consiguiente la autoestima está excesivamente centrada en el propio cuerpo.

¿Cuándo una cirugía podría conducir a resultados positivos a los pacientes?

En primer lugar, hablaremos de la cirugía reparadora o reconstructiva: ¿Qué es? Mientras que la cirugía estética se centraría en realizar mejoras en las estructuras normales del cuerpo, la cirugía reparadora sería otra parte de la cirugía plástica encargada de reparar o mejorar la función y aspecto físico de diversas lesiones, cicatrices, traumatismos, tumores, quemaduras o partes del cuerpo que se encuentran deformadas ya sea por causas congénitas o problemas en el desarrollo.

Por otro lado, también nos encontramos a personas que sin presentar contraindicaciones médicas o psicológicas, deciden someterse a una intervención quirúrgica por no estar de acuerdo con alguna parte de su cuerpo.

¿Qué aspectos tendría que tener en cuenta antes de someterme a una cirugía?

Lo primero sería sincerarse con uno mismo y estudiar la verdadera motivación para llevar a cabo la operación, replantearse ¿Por qué quiero hacerlo? ¿para qué? ¿Realmente es necesario?

Informarse de otras alternativas a la operación, otras intervenciones que puedan ayudarle a acercarse más a su objetivo sin tener que pasar por el proceso quirúrgico.

Llegados al punto de estar seguros de que la mejor solución para su caso es llevar a cabo la operación, sería conveniente comentar su decisión a las personas de confianza con el objetivo de que le puedan ofrecer su opinión personal, así como ayudarla/o en su decisión y durante todo el proceso. tenga en cuenta que el apoyo emocional pre y post operatorio siempre es aconsejable y muy recomendable.

A la hora de seleccionar cirujano asegúrese de recurrir a un profesional con la titulación adecuada, en este caso es la de Médico Especialista en Cirugía Plástica y Reparadora y que cuente con un equipo de profesionales cualificados.

El centro hospitalario donde se lleve a cabo la operación debe contar con un quirófano homologado con las condiciones de seguridad adecuadas.

Plantear al cirujano todas las dudas que tenga sobre la operación e informarse, todo lo posible, de cómo se desarrollará el proceso.

Explicar con total claridad lo que espera de la operación, teniendo en cuenta que cada paciente es diferente y el resultado es impredecible al 100%.

Valorar objetivamente la decisión tomada, teniendo presente el riesgo/beneficio y las posibles complicaciones que la intervención pueda acarrear, así como la realidad de las expectativas esperadas y por supuesto cuestionarse si se está preparado para el cambio.

Contemplar la necesidad de una valoración psicológica previa a la decisión, con el fin de evitar cualquier consecuencia emocional negativa tras la intervención. Además, es especialmente importante tener en cuenta que pese a tener el visto bueno del cirujano para operarse y estar convencido/a de la decisión, es inevitable que los días o semanas previos a la intervención se sufran ciertos desajustes emocionales causados por: (1) la incertidumbre de cómo saldrá todo proceso, (2) el miedo a lo desconocido o lo no habitual (anestesia y quirófanos) o (3) el desajuste de la rutina habitual de la persona (bajas, reposo total), entre otros posibles motivos… reacción totalmente normal y ajustada a la realidad de la situación.

Por último, en el caso de estar convencido de llevar a cabo la operación seguir todas las indicaciones del equipo médico tanto en el preoperatorio como en el post.

Como resumen final podemos concluir que el número de intervenciones estéticas está aumentando mundialmente. Las numerosas investigaciones al respecto nos indican que la mayoría de las personas que se someten a este tipo de operaciones manifiestan múltiples beneficios, así como una mejora en su calidad de vida y satisfacción corporal; no obstante, no podemos olvidarnos de una pequeña fracción de población que no obtiene los resultados deseados. Debido a ello, es muy aconsejable estudiar minuciosamente las motivaciones, expectativas, riesgos y beneficios antes de llevar a cabo la operación. Igualmente hay que tener presente que una valoración psicológica previa es muy aconsejable con el fin de aclarar estas cuestiones, así como de evitar malestar emocional posterior.

Artículo escrito por María de Gracia Pérez Morujo

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

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