El corazón tiene sus razones, que la razón no comprende
Comparación entre hemisferios y principales características.
El cerebro humano, que es sorprendentemente plástico, tiene su mayor virtud en la capacidad de aprender. Está formado por dos hemisferios que se relacionan con áreas muy diversas de actividad y funcionan de modo diferente pero complementario. Están separados físicamente, son relativamente independientes el uno del otro y están unidos por un pequeño conjunto de fibras nerviosas, que funcionan como conector, llamadas cuerpo calloso.
- Por un lado tenemos el hemisferio cerebral izquierdo que controla el lado derecho del cuerpo. Lo utilizamos para pensar, tiene relación con el tiempo, se centra en el pensamiento que nos permite analizar lo que sucede, controla el lenguaje, las matemáticas, el pensamiento lógico, la sensibilidad y la escritura.
- En este se encuentra el centro del habla: Es la parte motriz capaz de reconocer grupos de letras formando palabras y grupos de palabras formando frases tanto en lo que se refiere al habla, a la escritura, numeración, matemáticas y lógica, como también a las facultades necesarias para transformar un conjunto de informaciones en palabras, gestos y pensamientos.
- Por otro lado, el hemisferio cerebral derecho controla la parte izquierda del cuerpo. Tiene funciones intuitivas, nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, es el pensamiento creativo, la fantasía, el talento musical y todas las actividades artísticas que podamos desarrollar.
- Se especializa en la percepción visual y espacial más que en palabras y conceptos. Su manera de encarar el mundo no es lineal, ni ordenada ni secuencial. Observa la realidad de un modo global, es decir, no se detiene en las partes que componen un todo sino que en lo que ellas conforman en conjunto. El lado derecho del cerebro está más ligado a la intuición y a los sentimientos.
No hay uno más importante que el otro, son como las alas de un pájaro: somos la unión de los dos. Pero tienen funciones discretamente diferentes; ambos hemisferios operan paralelamente para procesar e interactuar con la información y la realidad que nos rodea.
Sin embargo, en muchas ocasiones en nuestra sociedad se maximiza la importancia del lado izquierdo: que es el lado analítico, estratégico, científico, racional, lógico y verbal, menospreciando las características y funciones del derecho: que es el intuitivo, el filosófico, el creativo, donde reposan los sueños, el que actúa de forma más global y cuando hay que tomar decisiones arriesgadas.
Nos han enseñado a pensar, a estudiar, a trabajar desde el hemisferio izquierdo pero la clave del éxito está en el derecho....... ¿por qué?
Porque nos conecta con nosotros mismos y con los demás a través de las emociones, nos permite tomar conciencia de ellas y evitar caer en el secuestro emocional, en esos momentos en que no somos capaces de reconocernos. Cuando se manifiestan emociones que no son las que esperamos ni las que queremos pero aparecen de forma automática; cuando tomamos conciencia de ello nos arrepentimos y preguntamos cómo y de dónde ha salido eso…
Es por ello que en este mundo que nos toca vivir predomina la preocupación por el pasado y por el futuro fomentando la ansiedad y la centralización en el problema, dificultando proyectarnos hacia el éxito. Dificultando igualmente el desarrollo interno de la creatividad y en muchos casos nuestra comunicación con el mundo exterior, la capacidad de tomar decisiones novedosas o de vivir experiencias significativas y placenteras en el aquí y ahora.
Si queremos hacer las cosas de manera diferente, hemos de aprender a trabajar con nuestro hemisferio derecho. Para ello hay que estimularlo cada día, generando así nuevos circuitos neuronales que se convertirán en hábitos poderosos y que nos acercarán a la mejor versión de nosotros mismos.
A continuación vamos a proponer algunas formas de estimular el hemisferio derecho:
- Pensar los problemas en dibujos: cambia, utiliza el pensamiento proyectivo y no el inductivo. Dibujando somos capaces de ver los problemas desde otro lado.
- Cuidarnos: hacer deporte, utiliza la actividad física para estimular el cerebro, reducir el cortisol (la hormona del estres) para generar endorfinas, dopamina y diversas hormonas relacionadas con el bienestar y la felicidad.
- Meditar: De la forma que sea, nos ayuda a conectar con nosotros mismos, con el yo interior. Nos ayuda a avanzar, a conocer nuestra esencia.
- Poner el foco en lo importante de la vida: saber quién eres, donde estás y a donde vas.
- Bajo el agua: Uno de los pocos sitios donde no es posible llevar el móvil es en la ducha, momento que se puede aprovechar para desarrollar la creatividad, las mejores ideas. Menos conexión con la tecnología y más con nosotros mismos, amigos y familia.
- Aprender a crear: La creatividad tiene que ver con generar hábitos, con hacer cosas diferentes todos los días. La creatividad se aprende y se puede desarrollar, de nosotros depende.
- Olvidarse de los precedentes: El pasado no se puede cambiar, pero sí cada minuto de ahora en adelante y hasta el final de nuestros días. El pasado fue útil, pero el futuro puede ser excelente. Siempre hay opciones, hay que buscarlas.
- Sueña despierto: El sueño es inherente al ser humano, perseguirlos es lo que nos llevará a conseguirlos. A que de nosotros dependa nuestro futuro; soñar nos hace más poderosos, hay que recuperar los sueños que teníamos cuando éramos niños, cuando predominaba nuestro hemisferio derecho.
Excelente artículo! Es cierto que en la rutina del día a día nos olvidamos de de pensar y reflexionar sobre lo que sucede alrededor. Aprovechemos esos momentos íntimos para fomentar la creatividad, alejados de dispositivos que nos distraigan la mente. Quedo a la espera de más de este mismo autor!