El suicidio es uno de los problemas más graves de salud pública en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que alrededor de 800.000 personas se suicidan al año.
El suicidio es la muerte producida por uno mismo con la intención precisa de poner fin a la propia vida. El intento de suicidio sería, a su vez, aquella tentativa de autoeliminación o autolesión intencionada sin resultado de muerte. Hay que tener en cuenta que no todas las personas que cometen una conducta suicida quieren morir.
Por cada suicidio suele haber muchas tentativas de suicidio detrás. Sin ir más lejos, figuras como Enrique Echeburúa ya informaban, en el año 2015, sobre las cifras en torno a las que el suicidio consumado y los intentos de suicidio se presentan en España. Esto lo podemos ver en su artículo Las múltiples caras del suicidio en la clínica psicológica, en el cual se hace referencia a que, por cada 2.500-4.500 casos al año de suicidios consumados, hay 25.000-50.000 casos de intentos de suicidio.
Actualmente estas cifras siguen estando presentes. Y al contrario de lo que muchos piensan el número de muertes por suicidio a nivel mundial, según manifiestan numerosos estudios científicos, parece haber aumentado con el paso de los años.
(Tasa de mortalidad por suicidios, 2017. En ese año, en España, el número de muertes por cada 100.000 individuos fue de 5,51) (Lee, Roser, y Ortiz Espina, 2019; Aparicio, 2019).
(Proporción de tasas de suicidio entre hombres y mujeres, 2017. En ese año, en España se suicidaron más varones que mujeres. Proporción de 3,37) (Lee, Roser, y Ortiz Espina, 2019; Aparicio, 2019).
(Tasa de mortalidad por suicidio, a nivel mundial, medidas por cada 100.000 individuos en varias categorías de edad, desde 1990 hasta 2017) (Lee, Roser, y Ortiz Espina, 2019; Aparicio, 2019).
¿Cuál es el verdadero motivo por el que en torno a un millón de personas en el mundo se suicidan cada año? ¿Cuál es el verdadero motivo por el que hay una muerte cada 40 segundos? ¿Cuál es el verdadero motivo por el que millones de personas intentan suicidarse?
El suicidio es un tema tabú. Los medios de comunicación no suelen hablar de temas como este. Cada uno de nosotros somos únicos. Tan únicos que tenemos una forma de pensar, sentir, hacer o decir, distinta del resto. Sin embargo, presentamos numerosas características en común con otros individuos. Una de ellas sería las creencias y pensamientos que se nos pueden pasar por la cabeza ante una situación perjudicial, una situación dañina en la que no sepamos cómo reaccionar o cómo hacer frente a la realidad vivida.
Y, por qué no reconocerlo, muchas de estas creencias y pensamientos están en la línea de acabar con la propia existencia.
Pero ¿realmente es la única vía de escape ante dicha situación?
No, no lo es. De hecho, el suicidio no es ningún camino de afrontamiento y solución de problemas de la propia vida.
Cuando un individuo se expone a una situación no placentera (dificultades económicas, duelo, despido laboral, divorcios, infidelidades, conflictos a nivel social, así como enfermedades o dolor crónico), en la que se destaque una ineficacia para hacer frente a la situación, una inviabilidad de soluciones, así como teniendo en cuenta aspectos como la ansiedad o la culpa, es frecuente que se presenten una serie de creencias y pensamientos disfuncionales. Destacan algunos como:
“Nadie se preocupa por mí” “Soy un fracaso, merezco morir” “No voy a mejorar, no vale la pena que siga viviendo” “Mi vida no tiene sentido” “No puedo con este sufrimiento” “Estoy cansado de luchar” “La situación no mejorará” “No valgo para nada, quiero quitarme de en medio”.
Estas son algunas de las creencias y pensamientos frecuentes de encontrar. Detrás de estas, hay muchas más. En algunos casos, están verbalizadas directamente. En otros, no. De cualquier forma, su presencia hace que la probabilidad de ideación suicida aumente.
Ante esta ineficacia para hacer frente a la situación, esta inviabilidad de soluciones, y la ansiedad o la culpa el individuo, al no encontrar respuestas reforzantes, se anticipa el suicidio como un operante para evitar y acabar con el propio sufrimiento, aliviando así ese malestar que influye en el día a día.
Esta decisión conlleva numerosas consecuencias, no solo para el individuo que se suicida al sucumbir a la evitación de una situación que le genera malestar, sino también, y especialmente, para su entorno más allegado. Es probable que su ambiente tenga que pasar por un proceso de duelo del que a veces no se recupera, marcado por sentimientos de culpabilidad, ira, tristeza, frustración o miedo.
Una vez llegados a este punto, es interesante plantear una serie de cuestiones que incluyen tu reflexión como lector si alguna vez, ante una situación problemática, has pensado en suicidarte:
- ¿Has tenido creencias y pensamientos suicidas como los mencionados anteriormente?
- ¿Objetivamente crees que la única opción para hacer frente y solucionar los problemas de tu vida es el suicidio? ¿Has reflexionado sobre las consecuencias que ello conlleva?
- ¿Estas creencias y pensamientos son los mismos que tienes cuando estas ante una situación que te agrada y en la que te encuentras a gusto? ¿Deseas morir cuando estás en ese escenario placentero?
Si has llegado a plantearte estas cuestiones, quizás sería interesante valorar la posibilidad de buscar ayuda profesional y actuar. Todo ello tratando de comprender por qué has llegado a desarrollar esas creencias y pensamientos, y reflexionando sobre si en verdad deseas morir o, por el contrario, deseas reducir o eliminar de tu vida determinadas situaciones que generan ese malestar. Ello te permitirá vivir, vivir con satisfacción y bienestar. El no intentarlo y desaparecer no te daría esa oportunidad.
Como dijo Napoleón Bonaparte “Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado”.
Bibliografía
- Aparicio, D. (2019). Suicidio en el mundo (gráficos). Recuperado de https://www.psyciencia.com/suicidio-graficos-mundo/
- De la Torre Martí, M. (2013). Protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida. Centro de Psicología Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid. Recuperado de file:///C:/Users/PORTATIL/Downloads/protocolo_ideacion_suicida%20(1).pdf
- Echeburúa, E. (2015). Las múltiples caras del suicidio en la clínica psicológica. Terapia psicológica, 33(2), 117-126.
- Lee, L., Roser, M., y Ortiz-Ospina, E. (2019). Suicide. Recuperado de https://ourworldindata.org/suicide
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2019). Suicidio. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide
- Pérez, V. M. (2016). Conducta suicida. Protocolo de intervención. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 233-250.
No hay comentarios.