El duelo perinatal: un duelo invisibilizado

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El duelo perinatal: un duelo invisibilizado

Desde siempre, tener hijos ha sido un proceso natural, pero con el avance de la sociedad y la tecnología, ha habido cambios en todo lo que concierne a la concepción, el embarazo y el parto. Por ejemplo, existe la posibilidad de ver el bebé durante la gestación a través de una ecografía desde el principio del embarazo. Esto permite saber precozmente si hay algún problema pero, sobre todo, facilita el apego de los padres con el hijo que esperan. De esta forma, los padres empiezan a sentir por este hijo y a considerarlo uno más de la familia desde el principio. Por lo tanto, cuando se produce un aborto, para los demás puede ser algo con poca importancia, ya que tiende a ser una pérdida socialmente invisible, pero para los padres significa la pérdida de un hijo al que ni siquiera han podido llegar a conocer.

Aquí es cuando aparece el duelo perinatal, que es aquel que surge de la pérdida del bebé durante el embarazo, el parto o los primeros días de vida. Son muy diversas las causas que pueden llevar a una pérdida de este tipo, aunque la mayoría de las veces no se llega a determinar exactamente (Sánchez-Pichardo, 2007).

El duelo es el proceso psicológico que se pone en marcha debido a la pérdida de una persona querida (Bowlby, 1973), pero hay ciertos aspectos del duelo perinatal que lo diferencia del duelo convencional. Por un lado, no sucede lo esperado: se junta la vida y la muerte a la vez. Esta última aparece inesperadamente, sin dar la posibilidad a los padres de prepararse para afrontar esta nueva situación. Unos sentimientos de vacío pueden surgir al esperar obtener algo y acabar no teniendo nada. Parece quedarse una especie de vacío en la familia, que es aquel que iba a ocupar el bebé (Ayala et al., 2017).

En las mentes de sus madres y padres este hijo ya existía, de alguna manera ya se sentían con el rol de padres, aunque no les haya dado tiempo de ejercer su función. Por este motivo, es recomendable que los padres se queden con este lugar simbólico que ocupa el hijo perdido en la familia, ya que ya habían formado este espacio para él desde el primer momento en que supieron de su existencia. Es normal que sientan tristeza al saber que su hijo se ha ido sin darles tiempo a conocerle y crear recuerdos compartidos (Ayala et al., 2017). Aún así, hay una forma de recordarle, que es recopilar todo tipo de objetos que tengan algo que ver con él, como por ejemplo, una ecografía o algo que ya se había comprado para él y guardarlo en una caja de los recuerdos.

Con otros duelos, el afecto depositado en la persona perdida se vuelve a investir sobre otra figura, pudiendo ser una foto, un regalo, un lugar donde solían ir o cualquier tipo de recuerdo apreciado, pero con este tipo de pérdida se hace más difícil encontrar dónde reubicar este afecto que ya habían empezado a elaborar desde el momento en que supieron que existía este hijo (Pía López, 2010). Ante la ausencia de un referente real de la pérdida, se recomienda que los padres tengan la posibilidad de nombrar a ese bebé, visualizarlo y realizar rituales de enterramiento.

Por último, no existe un reconocimiento social y esto lo hace más difícil a la hora de recibir apoyo por parte de las personas de su entorno. En general, es verdad que la gente no sabe reaccionar delante de alguien que ha sufrido una pérdida de este tipo y, por lo tanto, se tiende a no hablar de ello. No hay un significante universal para esta pérdida, ni tampoco un ritual específico que seguir para expresar el duelo. A consecuencia de esto, muchas personas lo sufren en silencio, como si fuera un secreto, y esto les hace más difícil afrontar la situación (Ayala et al., 2017).

En resumen, la realidad del duelo perinatal es que desencadena un sufrimiento psicológico, al igual que con el duelo por otras personas con las cuales existe un vínculo emocional, que puede complicarse por las siguientes razones. Principalmente, porqué el hecho de quedarse sin un hijo ya es una experiencia difícil de sobrellevar de por sí, pero también por no poder encontrar un reconocimiento y apoyo social, en el cual se valide y se acompañe el sufrimiento de los padres. Por lo tanto, es muy importante visibilizar y normalizar el duelo perinatal y situarlo a nivel de todos los otros tipos de duelo.

Referencias

Ayala, C., Boullón, A., Burillo, M., García, M. J. y Morer, B. (2017). El duelo perinatal por muerte gestacional tardía, Cuadernos de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente. Recuperado de https://www.sepypna.com/documentos/PSIQUIATRIA-63-1.pdf#page=85
Bowlby J (1973). Separation: Anxiety & Anger. Attachment and Loss (v. 2); (International psycho-analytical library Nº 95). Londres: Hogarth Press. ISBN 0-7126-6621-4. OCLC 8353942.

Pía López, A. (2010). Duelo perinatal: Un secreto dentro de un misterio. Recuperado de http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v31n1/05.pdf

Sánchez-Pichardo, M. A. (2007). Guía de intervención psicológica para mujeres embarazadas con pérdidas perinatales. Recuperado de http://www.inper.mx/descargas/pdf/IP73-05-Guia.pdf

Artículo escrito por María Coloma

En el centro de psicología en Madrid trabajamos un equipo de psicólogas y psicólogos entusiastas de nuestra profesión, con años de experiencia, un alto nivel de especialización y una amplia formación contrastada. Queremos ofrecer respuestas y herramientas a las personas para facilitar su pronta recuperación y así poder mejorar su bienestar y su calidad de vida en general.

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